SONANCIAS


Panamá se ha saltado los acontecimientos musicales más importantes del siglo XX. Clásicos de la música contemporánea como:
Pierrot Lunaire de Arnold Schoenberg, La Historia del Soldado de Igor Stravinsky, el Cuarteto para el Fin de los Tiempos de Olivier Messiaen, las Sequenzas de Luciano Berio, Contrastes de Béla Bartók o El Martillo sin Maestro de Pierre Boulez, por mencionar sólo algunos, jamás han sido presentados en nuestro país.



El “Ciclo Musical de Vanguardia”
SONANCIAS tiene como objetivo acercar estos trabajos a la audiencia panameña, por medio de conciertos, conferencias que sirvan de guía auditiva, y seminarios especializados para estudiantes de música. Con el apoyo de la Biblioteca Nacional, Ernesto J. Castillero R., una institución de avanzada, contribuimos a la educación musical del panameño por medio de la exposición de un repertorio injustificadamente ausente en las ofertas musicales del país.


La primera propuesta de
SONANCIAS girará en torno a la obra Cuarteto para el Fin de los Tiempos, compuesta en 1941 por el francés Olivier Messiaen y escuchada por primera vez en un campo de prisioneros nazi. El Cuarteto para el Fin de los Tiempos, aparte de su ya reconocida importancia musical, tiene un significado social que trasciende su época y es de relevancia en nuestros tiempos.

 SONANCIAS, al mismo tiempo, se une a la celebración mundial del centenario del nacimiento de Olivier Messiaen, uno de los grandes compositores del siglo XX y a cuya música los panameños tenemos todo el derecho a ser expuestos.

Emiliano Pardo-Tristán
Director Artístico


Escuchar: Cuarteto para el Fin de los Tiempos

lunes, 10 de marzo de 2008

Sinestesia

El Efecto de los Vitrales y la Sinestesia

“Entre las tres y cuatro de la madrugada, la revelación de los pájaros: un mirlo o un ruiseñor solista improvisa envuelto en nubes sonoras, un aura de trinos perdidos en los árboles. Trasládese al plano religioso: tendremos el silencio armonioso del cielo”.
Olivier Messiaen

Con esta cita inicia Emiliano Pardo-Tristán su comentario acerca del I movimiento del Cuarteto para el Final de los Tiempos de Messiaen. Observando atentamente esta cita nos damos cuenta que existe una relación de simetría con las situaciones en las que se describen las figuras (revelaciones) del misticismo religioso.
En el caso de Olivier Messiaen, compositor caracterizado por su profundo catolicismo e intensa devoción se verifican los requisitos necesarios que desencadenan las revelaciones del éxtasis místico.
Dentro de éste, se pueden experimentar visiones tal como las describe Messiaen y un tipo especial de éstas en las cuales los sonidos, en el caso particular del compositor francés, se identifican con colores y formas geométricas. De manera tal que podemos hacer notar la condición sinestésica que se le atribuye a Messiaen.
Según la Wikipedia, en su versión en español, la definición y características de la sinestesia son las siguientes:
“La sinestesia, del griego συν, 'junto', y αισθησία, 'sensación', es, en retórica, estilística y en neurología, la mezcla de impresiones de sentidos diferentes. Un sinestésico puede, por ejemplo, oír colores, ver sonidos y percibir sensaciones gustativas al tocar un objeto con una textura determinada. La sinestesia es un efecto común de algunas drogas psicodélicas, como la LSD o la mezcalina.
Los sinestésicos perciben con frecuencia correspondencias entre tonos de color, tonos de sonidos e intensidades de los sabores de forma involuntaria. Por ejemplo, un sinestésico puede ver un rojo con mayor intensidad cuando un sonido se vuelve más agudo, o tocar una superficie más suave le puede hacer saborear un sabor más dulce. Estas experiencias no son metafóricas o meras asociaciones. La depresión tiende a aumentar la fuerza de estas percepciones.”
“Algunos sinestésicos se deleitan escuchando ópera, visualizando muchos colores y sabores, la creatividad es otra característica de estas personas. Actualmente se realizan investigaciones con personas en gran parte del mundo y se ha descubierto que también poseen excelente memoria y poder de recordar hechos. Sin embargo, las capacidades extraordinarias no son una condición común a todos los sinestésicos.”
Ahora pasaremos a observar ciertas imágenes que pueden dar fe de la ambientación psíquica en la que se desarrolla el planteamiento metafísico del movimiento en cuestión:
“Entre las tres y cuatro de la madrugada, la revelación de los pájaros…”

Un dato importante a tomar en cuenta es el rango horario en el cual describe la visión dado que en diferentes e importantes doctrinas religiosas y filosóficas en el orbe planetario se hace referencia a estas horas. Por ejemplo la doctrina de los krishnaístas en India sugiere las 4 de la madrugada para iniciar las oraciones del día dado que a esta hora se abre la percepción a través de una puerta que se encuentra en la fontanela craneal, a la cual llaman Brahmahurta, la que como consecuencia de esta apertura establece un lazo entre el hombre y la divinidad.

El otro dato a tomar en cuenta es la mención de los pájaros como agentes del mensaje, en este sentido podemos apreciar la presencia de factores simbólicos naturalmente presentes en la doctrina católica como lo son el uso de la figura del pájaro representando al agente activo portador de la llama del verbo. El ser que anuncia lo diáfano y porta la gracia. Igualmente por sus alas se identifica con el pensamiento y el ambiente de “nubes” etéreas que le rodean, por tanto, el pensamiento divino que con su canto anuncia la evolución.
Estas pistas son muy útiles si son tomadas en cuenta desde el terreno práctico para inducir un ambiente favorable a la percepción sinestésica.

La Liturgia de Cristal y el Efecto del Vitral.
Desde mi punto de vista, la sensación en la decoración arquitectónica producida por un vitral es al edificio, lo que es a un individuo, el uso de un caleidoscopio. Ya que el cambio en la posición del Sol con respecto al edificio produce diferentes intensidades en la forma en la que percibimos la luz que pasa por el vitral. Obviamente estamos ante la producción y transcripción muy posiblemente de un estado sinestésico el cual gozaría en términos probables de cualidades similares al uso de los palíndromos rítmicos de la obra de Messiaen.
Esto es una manera de decir que estamos ante una situación creativa en la cual el compositor intenta crear en el oyente la sensación del vitral, pero a la vez podríamos pensar que está transcribiendo su propia vivencia de un estado alterado de percepción en el que la única analogía física de ella estaría representada por el conjunto del vitral con respecto al canto de los pájaros, en otras palabras asocia sensaciones ópticas con causales sonoras y viceversa.
En conclusión, existen muchas pistas que indican el camino y los antecedentes necesarios para lograr una hipótesis sólida acerca de la predispocisión sicológica en la que se encontraba el autor y que estaría preparada de antemano por los sucesos que viviría desde el principio y a lo largo de toda su vida. Un entrenamiento creativo y una percepción lo suficientemente elástica daría como resultado una obra musical que más que el producto de una visualización mental, lo sería de una vivencia extática y mística, propia de una realidad sutil, nada imaginaria, nada ilusoria, sino consecuencia de una manera más elevada o simplemente diferente de percibir el mundo que nos rodea sin dejar por fuera los elementos anímicos que le alimentan.

© 2008 Moisés Hernández

Ver Sinestesia en la Wikipedia

2 comentarios:

María Inés dijo...

Gracias por esta información tan completa. LA sinestesia es probablemente una de las cosas que nos deben ocurrir como artistas y sin embargo tantas veces desdeñamos.

Nos ocurre inconcientemente cuando durante el clasicismo nuestros sonidos son suaves y rítmicos como las aves y las carretas, y duros, estridentes y agitados cuando se trata de la música del siglo XX.

Es importante que tomemos en cuenta el hecho de que nuestro ambiente participa de nuestra vida, y nuestro deber transmitirlo.

María Inés dijo...

Luego del concierto, de haber estudiado los acordes y sonidos, sigo creyendo que debería ocurrirnos algún suceso sinestésico, deberíamos poder ver los colores de la música con mayor fluidez pero lograrlo es más difícil que lo que uno imagina.

Ha sido una aventura maravillosa buscar los colores sonoros aunque podríamos seguir estudiándola y encontrando más posibilidades.